Durante los setenta y ochenta en los Estados Unidos, en las secuelas de la Guerra de Vietnam y del movimiento por los Derechos Civiles a finales de los sesenta, un gran numero de trabajadores culturales, activistas y estudiantes tomaron el caso de Chile como punto de partida, resignificando las relaciones hemisféricas entre arte, política y activismo de una manera sin precedentes. Creando un movimiento estético y solidario desde la costa este hasta la oeste el contexto de la Guerra Fría, en el corazón de dicho movimiento se encontraba la denuncia frente a la implementación y el desarrollo del proyecto neoliberal en Chile y, por extensión, en las Américas y el mundo. Basada en investigación de archivos encontrados en diferentes repositorios en los Estados Unidos, además de entrevistas y fuentes teóricas transdisciplinarias, esta presentación se basa específicamente en el desarrollo de dicho movimiento en el área de Nueva York. A través de ciertos casos de estudio, se examinan las maneras en que tanto el proyecto socialista de la Unidad Popular como la resistencia colectiva a la dictadura cívico-militar chilena comenzada en 1973 fueron representados por dicho movimiento en uno de sus epicentros geopolíticos, Nueva York, y por diversos profesionales del arte y la cultura, activistas, intelectuales y estudiantes. Entre ellas y ellos se encontraban veteranos de las luchas por los derechos civiles, además de artistas de origen hispánico y culturas que hoy se conocen como Latinx, y sujetos políticamente disidentes del Cono Sur y América Central viviendo entonces en el exilio. Destacan, entre muchas y muchos otros, las críticas de arte Dore Ashton y Lucy Lippard, el historiador del arte David Kunzle, la muralista Eva Cockcroft, artistas como Rudolph Baranick, Enrique Castro Cid, René Castro Ruiz, Máximo Colón, Juan Downey, Leon Golub, Liliana Porter, May Stevens y Rudolph Baranick, fotógrafos como Máximo Colón, cineastas como Saul Landau y Nina Serrano, y políticos y gestores culturales como Orlando Letelier. A la vez, instituciones, programas educativos, centros culturales, y medios estudiantiles promulgaron este movimiento, como el boletín informativo Chile Newsletter y el periódico The Medium; el comité, US Committee for Justice to Latin American Political Prisoners, USLA; el programa de televisión Realidades, las galerías de arte Ivan Karp y Cayman, y los colectivos como People’s Painters, y Artist call Against U.S. intervention in Central America.
Florencia San Martín
Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Rutgers; Magíster en Escritura por la Universidad de Nueva York; y Licenciada en Artes Visuales por la Universidad Católica de Chile. Su investigación se centra en arte contemporáneo en las Américas con foco transnacional, arte del Sur Global, pensamiento decolonial, estudios de memoria e historia de la fotografía. Florencia ha recibido becas por instituciones como por el Smithsonian American Art Museum en Washington D.C.; la Universidad de Rutgers; y CONICYT, entre otras instituciones. Es profesora de The School ofVisual Arts (SVA), donde enseña cursos de arte y cultura en America Latina, y editora de la revista Art Nexus en Nueva York. Crédito de imagen: «New Chile”, North American Congress on Latin America (NACLA), January 1, 1972.